domingo, 28 de noviembre de 2021

10 cosas que he aprendido tras 10 años de debutar en Maratón

Hoy hace 10 años que debuté en Maratón.

Fue una primera vez inolvidable, en Donosti - San Sebastián, donde siempre soñé y de la mejora manera posible (2h47'49" sin pinchar, como un reloj)

Después han venido 11 maratones más hasta completar 12 hasta la fecha. 

10 años dan para mucho. Tu vida puede girar literalmente 180 grados. Y así, ha sido la mía. 

Por ello, me apetecía dejar reflejadas 10 cosas que he aprendido tras 10 años de debutar en Maratón, Quizás, aquellas 10 cosas que me hubiera gusta saber cuando debuté y ahora sé:

1. Confía en ti. Una buena base, plan (entrenador, idealmente), regularidad, persistencia, fe en lo que estás haciendo y en el día D y, de esta forma, todo llegará. Debes visualizarlo y creértelo, aunque a veces no lo veas.

2. Eres capaz de mucho más de lo que crees. Al hilo de lo anterior, no es que puedas hacerlo (a simple vista es una distancia que da cierto respeto) es que realmente puedes hacer eso y combinarlo con trabajo, familia, la vida loca que todos llevamos e incluso rendir bien. El ser humano es maravilloso.

3. Correr no lo es todo. Alimentación, peso, descanso, hacer fuerza (hace 10 años nadie hablaba de eso) y quizás algún deporte sencillo cruzado. Todo ayuda al Maratón. Tampoco, evidentemente, el Maratón "lo es todo" en sentido general (ver siguiente)

4. No te obsesiones. Ni eres profesional, ni lo vas a ser. No vives de esto, ni vas a vivir de ello. Lo haces porque quieres y te apetece, como leer un libro o hacer un viaje. En realidad estás haciendo ambas cosas a la vez, estás escribiendo un libro de un viaje hacia tu interior. En serio, esto no es ni más ni menos que otras mil cosas que hay en la vida. Una vez relajas la intensidad cósmica de "El Maratón" disfrutas más de él. Pero no infravalores todo lo que te puede aportar y enseñar (ver número 10)

5. La marca no es importante. Hasta que tuve mi primera lesión (Diciembre 2014), es lo que me movía. Después volví porque me gustaba y no por marcas. Tuve que aprender con "dolor" que no es importante. En mi último Maratón hice casi 4 horas, más de una hora más de lo que hacía en mis primeros, y mi nivel de disfrute fue igual o mayor. Lo que no es sano es correr lesionado, ni en el proceso ni en la carrera.

6. Disfruta el proceso. Hay quién dice que esto es condescendiente o se dice con la boca chica. Pero, en serio, no creo que nadie se embarque en 3 o 4 meses de compromisos semanales para "solo" una mañana. Sería algo muy reduccionista. La gente con la que compartes el objetivo, la que conoces por el camino, las cosas que te pasan, apuntarte al Maratón, su logística, los momentos que doblegas tu pereza o el cansancio, la ilusión de verte crecer y estar a punto de llegar a otra línea más de salida. Todo eso. Luego, la guinda. El Maratón. Pero si no sabes saborear el antes, no lo harás en el después. ¿Sabes por qué? Porque luego el día del Maratón es una quimera y puede pasar cualquier cosa. Así que mejor, disfruta el camino.

7. Selecciona bien tus plazas. Una vez te metes en el mundo del Maratón el techo es el cielo y te ves corriendo en cualquier parte todo el tiempo. No eres inmortal. No tienes todo el tiempo ni el físico del mundo para correr toda la vida. Solo algunos privilegiados lo logran. He corrido en grandes sitios como Berlín, Rotterdam, Roma, Milán, Frankfurt, Valencia, Sevilla o Madrid pero también en otros no tan grandes. Que no está mal hacerlo pero ahora que cada Maratón cuesta su peso en oro ser sumado, quizás hubiera puesto primero los gordos y ahora no me faltarían imprescindibles en el imaginario maratoniano como Nueva York, Londres o París. Un día escribí que quería correr 50 maratones, ahora debería llevar 20 y "solo" llevo 12. Así que un poco de "carpe diem" en la planificación de tus maratones. Aún así, espero que todavía me quede algo de gasolina para correrlos.

8. Sé paciente. Cuando te lesiones. Cuando no te salgan las cosas. Cuando cojas peso. Cuando no te salga una marca, una y hasta treinta y dos veces. Cuando haya una pandemia. Igual que el tiempo no es infinito, de igual modo, en un espacio de tiempo razonable, hay el suficiente como para retomar, resurgir, volver, empezar, parar, desconectar y mil cosas más. Todo llega.

9. De las lesiones se sale, del Maratón no. He levantado bastantes lesiones. Al hilo del anterior, paciencia. De lo contrario, lo arrastras. Ahora tengo una que no pinta bien pero me apoyo en el trabajo que tengo que realizar, en experiencias pasadas y en la paciencia comentada. Más rápido o más despacio pero se vuelve. Del Maratón, no se sale. Si es tu pasión, te cuesta no emocionarte cuando ves que otros corren y tu no puedes. O cuando piensas que no podrás correr todos los que te planteaste. O cuando de verdad ya no puedas correr, seguirás soñando con correrlos porque tienen algo que solo una vez te metes, sabes valorar (siguiente).

10. El Maratón es una gran escuela de vida. Me ha enseñado tantas cosas que necesitaría 100 puntos para desarrollarlo. Me ha ayudado a soñar, a superarme, a creer en mi, a sacar adelante los "kilómetros 32" que todos tenemos en la vida, a seguir aunque estés destrozado, a saber que todo el dolor pasa y luego llega la gloria de la línea de meta. Y a que puedes. En serio, puedes. 

No tengo ni idea de donde estaré en 10 años y, gracias a este aprendizaje de vida, ahora mismo no me preocupa. 

Sé que saldrá bien porque me he llevado todo esto puesto. Lo llevo cada día. Confío en mi estrella y esta filosofía de vida. En realidad es un decálogo de vida, no de Maratón. Solo hace falta cambiar algunas palabras.

Esa gestión de la incertidumbre que te da el Maratón. Y aguantar lo que caiga con fe en ti mismo, es lo que me hace confiar que todo saldrá bien.

domingo, 3 de octubre de 2021

Crónica del Maratón de Berlín 2021 #berlinmarathon

Viernes y Sábado en Berlín

Llego a Berlín el viernes por la tarde como a eso de las 19.00. Por primera vez puedo hacer buen uso de ser "un local más" y llego con mi propio coche desde Frankfurt. 6 horas de viaje (...) Cuando las últimas semanas vi mis dudas sobre la prueba, consideré que era la mejor opción dejar abierto el poder ir (o no) hasta última hora sin agobios de cancelación de tren o avión, que también por aquella época ya estaban tremendamente caros. El domingo me acordaría, claro (sic)

Voy directamente a la Feria. Situada en el antiguo aeropuerto de Tempelhof. Una auténtica maravilla que te transporta a la primera mitad del siglo pasado, parece sacado de una peli de Indiana Jones.

Esperaba una Feria mucho más grande, quizás por el Covid no lo es, pero aún así es como recuperar algo que habíamos perdido: el ambiente de una carrera, de un maratón!, con sus puestos, sus nervios, el dorsal, las fotos... no es que necesitemos todo esto para ser más felices pero oye, qué bien sienta, o si, a lo mejor necesitamos todo aquello que nos hace feliz, selectivamente, y que gracias a irnos desprendiendo de todas estas restricciones y prohibiciones estamos recuperando poco a poco. Y valorando, sobre todo valorando.

Sinceramente, no creí que este Maratón se pudiera celebrar, después, que yo mismo lo pudiera correr (...) así que cuando llego me digo: estamos en Berlín! Parece increíble!

Si un día empiezas a correr, y si lo haces durante años y te gusta algo como el Maratón, es para estar con salud corriendo algún día en plazas como esta. Sueñas con hacerlo tantas veces en aquellos momentos que no te apetece, no tienes tiempo, estás lesionado, hace calor o llueve, que cuando llega, es un ya? en serio? Llevo 20 años corriendo, 10 años corriendo Maratón, llevaba 11 a mis espaldas y mantengo la ilusión de maratoniano del primer día. A pesar de mi ocaso de correr, mis achaques y lesiones, es que me encanta esto. Estaba como un niño en la víspera de Reyes, ilusionado y nervioso :)

Es un Major, es el escenario del último record del mundo de Kipchoge que tenemos en la propia medalla grabado y... se celebraba por fin después de su cancelación en 2020 y sus dudas de este año. El lema #restartrunning de la organización no podía ser más acertado.

Volviendo a la Feria, que me desvío, me veo con Nasman de Instagram (un crack que hace 3.09) y me compro todo el merchandising habido y por haber: camisetas, sudadera, gorra... me da un poco de cosa hacerlo porque ni siquiera sé si terminaré y pueden ser las típicas prendas que se queden malditas y a las que les tengas manía cada vez que las veas pero... al final me decido y me hago con ello. Son más recuerdos imborrables, y de esos que perduran, al menos hasta que te los puedas poner :)

Cena en pizzería por la zona y paseíto. Me alojé en la zona de Kurfürstendamm, a unos 4 kilómetros del parque de Tiergarten donde empieza y termina el Maratón. Elijo el Hotel Astrid (100 Euros/noche) de lo más económico que había en Agosto de... 2020 y es que lo que mueve un Major es de locos. La ubicación estaba bien sin ser céntrico, aunque la próxima vez me iría más al centro. El hotel cumplía, sin más. Eso si, tuvieron el detallazo de late check out sin coste y a las 16.00 del domingo me estaba duchando.

El sábado fue el día turístico por antonomasia. Era la primera vez que estaba Berlín y quería aprovecharlo, ya no me pongo freaky a guardar cada gramo de esfuerzo como antaño. La ciudad y su historia me encantó. Con mucho cuidado salieron unos 21.000 pasos y es que al final, aunque no quieras, es inevitable y el día acompañaba.

Durante todo el día noté la rodilla y eso no me gustaba, si la notaba caminando, que no sucedería corriendo, parecía un milagro que pudiera hacerlo y terminar.

Visité Postdamer Platz, el sobrecogedor monumento a los judíos, Puerta de Brandemburgo donde ya te ves finalista y se te eriza el pelo de imaginarlo, es increíble que se pase por debajo al llegar decía mi madre!, el Bundestag, la zona de los museos y más monumental de la ciudad con la Catedral y su pirulí particular. Conocí la capital de Alemania y vi realmente muestras de grandeza, como puedes encontrar en un París o Londres. Muy gratamente sorprendido.

Finalmente visita típica al Check-Point Charly que aunque ha quedado muy turístico, que voy a decir yo si estaba allí, pero que merece la pena solo por imaginarse todo aquello y la zona de interpretación que han habilitado para entender qué pasaba en aquella zona y en la ciudad. Mención aparte a todos los momentos que ves el Muro de Berlín o partes del Muro y te lo imaginas. Espeluznante.

Me quedaron un millón de cosas por ver pero eso, me lo dejo para un "long weeekend" bien acompañado, total, solo son 6 horas de coche :)

Cena en italiano, penne a la rabbiata como viene siendo ya casi constumbre últimamente, cervecita para dormir mejor (...) y sobre las 00.00 en la cama, a las 6 y algo sonaría el despertador. Ni tan mal con respecto a otras veces.

Previo

El despertador suena pronto, desayuno como puedo lo que tengo en la habitación. Ingiero las sales de Mauren que he comprado en la Feria junto sus mil geles para la carrera (lo cierto es que van fabulosos), camino al metro, unas cuantas paradas y bajada en Postdamer Platz para ir caminando hasta la entrada en el recinto de maratón junto a la pradera del Bundestag. El peregrinaje de maratonianos junto a familia y amigos es muy emocinante. Siempre me encantan esos momentos, gente llegada de todo el mundo con una sola ilusión: correr en Berlín.

Todo perfectamente organizado. Entrada al recinto solo para maratonianos, el día de la Feria ya mostraste si estabas vacunado o tenías test para correr. Mi prioridad es el servicio y dejar la mochila, como llego con tiempo y todo está tan bien organizado hago ambos sin problemas. Así da gusto empezar. 

Me aproximo a la salida en medio del parque, mi ola es la segunda a las 09.35 y a lo lejos ya se oyen las palmas de la primera, pone los pelos de punta, es impresionante. Después nosotros hacemos algo similar con musicón y bummmm, empezamos! Estrategia clara: finalizar y estar entre 5.25-30 durante la carrera hasta que el cuerpo y la gasolina aguante, ojalá. Mis entrenos a 5.20, sin tiradasa largas y con todos los achaques de rodilla no permitían más, ni por supuesto los 5.00 de los últimos maratones competitivos en Roma y Ginera donde finalizo en 3.30. 

Día particularmemente caluroso para ser Alemania. Gorra calada del Maratón de Berlín, here we go!

El Maratón

Con la estrategia "defensiva"comentada (básicamente, terminar y no lesionarme) comienzo y la verdad que siento la rodilla desde el primer metro. No sé cómo voy a terminar esto, aunque me fijo en emociones positivas (de hecho, los días anteriores rememoré en Instagram mis 11 maratones solo para darme cuenta de lo que he sido capaz de hacer y superar en el pasado...) no es difícil pensar que puede ser mi primera retirada. Me digo a disfrutar, dentro de lo posible, y a ello voy.

Una vez salimos de Tiergarten tenemos casi la mitad de la carrera por la zona de Berlin Este, tengo ganas de pasar por ahí y ver qué aspecto tiene. No en vano, un Maratón no es solo correr, sino conocer de una forma un poco peculiar una ciudad. Los puntos de animación son dispares en los primeros kilómetros pero en general se ve buena y abundante animación en zonas iniciales y alejadas del centro así que imagino que luego será todavía mejor.

Sin estrés pico los primeros kms en torno a 5.30 (y gracias), bien de pulsaciones (espero que me río cuando he llegado a correr por debajo de 4' en Maratón, pero chico, esto ahora es así...) y llego a un punto de animación importante sobre el 10-12, zonas de los puentes y Museos, donde empiezo a notar que el dolor de la rodilla desaparece levemente hasta que "milagrosamente" se va. A cambio, me llega la rigidez de pisada que acostumbro en Maratones desde hace tiempo desde tiempo inmemorial. Es curioso como cambiar un dolor nuevo por uno ya conocido me anima. Porque sé que aunque pise mal sigo y puedo avanzar. Y así es. 

Del K15 al 30 hago mis mejores kilómetros de la carrera, incluso con parciales más cercanos al 5.20 que otra cosa, ahí intento mesurar porque sé que el "derroche" de fuerzas de ahora, será el sufrimiento de más tarde. Tarde o temprano llega ese momento. Para el 90% de los mortales es así.

Paso la Media Maratón en 1h55'17' a un decente ritmo de 5.28 (puesto 8886, había pasado el primer 5K el 9881. Solo en 16K había pasado unos mil corredores) que estaba en mis mejores previsiones como ritmo objetivo. Me veo bien, aunque es cierto que esos kilómetros del 25 al 35 siempre son para mi travesía del desierto y se me hacen duretes.

Ni que decir cabe que en aquellas zonas la animación en la calle es destacable. Muchos latinos. Mexicanos particularmente. Junto a españoles, pues ya sabéis, yo me vuelvo loco con los "Viva México", "Vamos España" y lo que haga falta con tal de animarme, animarles y pasarlo bien, que de eso al final se trata. Darle color a la carrera. Destacables también algunos balcones con musicón, Queen, Rock o lo que se tercie. Berlín mola.

También "mola" que vayas tan acompañado toda la carrera, con petada o sin petada eso ayuda mucho. Para mi es uno de los puntales de un Maratón. En mi caso como cada vez voy más atrás, pues más fácil es ir acompañado :)

No tengo muchas referencias de sitios concretos en Berlín porque toda esa parte inicial de la carrera no va precisamente por la parte más turística a excepción de la salida del parque, algo los Museos y punto. Sobre el 30 y algo ya llegas precisamente a la zona de Kurfürstendamm donde tengo el Hotel. No os niego que es una tentación. Pero aquí hemos venido a terminar, y una vez paso el 32 ya me veo finalista. Sé que voy a petar pero ya conozco mi cuerpo. Aunque cada vez voy más lento en los maratones sé ponerme el mono los últimos kms y terminarlos, y sufrirlos pero no lesionarme ni sufrir un infierno. 

Me llega la gasolina hasta el K35 (los últimos 5 ya había subido de 5.30 pero no mucho) y ahí ya me agoto, ya han subido las pulsaciones hasta comerme el muro y solo queda remar. Gorra para atrás como de costumbre y que más da que marque 5.55 que 6.00... antes me llevaría las manos a la cabeza ahora son apenas 30'' del ritmo crucero de finalista que estoy llevando. El caso es que en el 39, cerca de Postdamer Platz, se me sube la parte posterior del glúteo derecho y tengo que parar. 

Diría que me asusto pero por algún motivo sabía que no sería nada terrible. Calculo rápido y en el peor de los casos me quedarían 3 kms "andando", si andando, pero es que en el momento de ocaso y realismo deportivo que estoy, chico, después de haber corrido 39 kilómetros si no pudieras más, no se me caen los anillos por caminar, e irme con la medalla de Berlín, esa medalla era mía!

Camino unos 10-20 metros, estiro un poco como acto reflejo, parece que mejora y sigo corriendo (por eso sale mi parcial del 35 al 40 en 6.20) paradójicamente me veo habiendo levantado la última tapia en medio del muro para asaltar a Filípides en Brandemburgo y me vengo arriba. Tanto que los últimos 3 kms son bastante "rápidos" (ojo, últimos 2.195 en 5.39 cuando la media de la carrera final fue 5.36 y en plena llegada petado de un Maratón), lo que es el coco.

Animo a corredores, a la grada, "Berliiiiin I don't hear you", "we fucking made it" "we made it!" y mi famoso "Vamosssss" que tanto gusta en Centroeuropa. Es una fiesta. Si durante el recorrido choqué todas las manos de chavales que me encontré, en estos últimos kms me quedé sin voz. Estaba en medio de una fiesta de correr y la iba a terminar vivo y fuera de sí. Si la vida es digna de vivirse es por momentos como estos.

En la llegada de Brandemburgo hasta un tipo que se grababa llegando me graba (y lo captan las fotos del Maratón), tengo otro momento super emotivo que guardo para mi, cruzo Brandemburgo y no dejo de gritar y levantar los brazos.


Los que me conocen saben que ha sido el año más duro de mi vida, mil cambios, caerte y levantarte, la pandemia...y estaba aquí sin tiempo para entrenarlo, con la salud justa terminando como un jabato Berlín, joder, no lloro pero me emociono y valoro todo lo que supone. 



Por primera vez en un Maratón, como sabía que sería largo y necesitaría mil estímulos, dedico cada kilómetro mentalmente a una persona o un grupo de personas que representan algo para mí. Por supuesto, el último tengo en mi cabeza a mi hijo César, esto va por él.

Entro en meta enseñando mis manos: 10 + 2 = 12 maratones y mi primer Major.

3h55'43'' (5'36''/K) 6946 clasificado de 23.000 participantes.

Aunque tardo 5' más en la segunda Media, casi me cayó minuto por kilómetro del 35 al 40, paso a unos 3.000 corredores desde el 5 a meta. El ritmo fue el que fue pero nadie me puede decir que no gestioné bien esta carrera con los mimbres que contaba, más bien pocos o justos.

Super feliz de este Maratón. Ahora solo necesito recuperar bien el físico para plantearme nuevos horizontes en 2022 pero la rodilla me preocupa, incluso una semana después. Luis dice que es de mis problemas con cadera y pie, vamos que tengo un largo camino para levantarlo.

Espero que no sea mi último Maratón, me gusta demasiado esto. Incluso cuando ya no estoy o cuando termino más de una hora después de lo que hacía hace unos años, he aprendido a aceptarlo. La vida es cambio y adaptación. En este terreno es la versión que tengo y aún así, me llena. Soy maratoniano y lo seguiré siendo hasta que el cuerpo aguante. Cuando no me deje, me llevaré a la memoria días como este,y de los 11 anteriores. Seguimos :)

sábado, 2 de octubre de 2021

Como decíamos ayer... (II)

La semana pasada corrí el Maratón de Berlín, mi décimosegundo Maratón.

Sé que es una rotura de hielo un poco brusca tras año y medio de silencio de Blog pero mejor empezar así, o no.

Antes, me gustaría hacer una entradilla para contar qué fue de mi vida de Mayo del 2020 a Mayo del 2021 donde empiezo la preparación de Berlín dado que parece se va a realizar el Maratón, como por fortuna luego fue. Y su transición de mayor a septiembre de este mismo año.

El "confinamiento alemán" (marzo, abril y mayo de 2020), todavía residiendo en Frankfurt hasta Julio de 2020, es muy leve y permite salir a correr. De hecho corro y cojo la bici bastante en esos meses. En mayo, empiezo a quedar con un par de grupos de runners con los que puedo hacer tiradas largas los domingos y sábados de cervezas. Es de lo mejor que me llevo de aquella época. En julio, sin embargo, vuelvo a España para pasar la segunda parte de la pandemia.

Último rodaje con mis colegas alemanes en Julio de 2020.

Vuelta a Madrid y al barrio, Alameda de Osuna, tengo la suerte de seguir teniendo allí a mis queridos DrinkingRunners los que me dan la misma vida para salir a trotar a diario con la fresca o de fin de semana. Gracias amigos.


El caso es que a la vuelta de verano empiezo a entrenar asiduamente con fuerzas y rabia renovadas, con las idas y venidas de la segunda ola en Madrid, tengo la fortuna de vivir cerca de un sitio donde se realizan carreras, Valdebebas, en plena pandemia y ya con media España y Europa cerrada a cal y canto. De hecho, lo que había sido un "confinamiento alemán" muy liviano en primavera del 2020, entre Octubre del mismo año y primavera del 2021 está todo completamente cerrado, por suerte, me pilla en Madrid.

Sin enrollarme demasiado, esas carreras del Valdebebas gracias a Eventhinker me dan la misma vida e ilusión en medio de tanta pandemia. Creo que no soy el único. Salidas con mascarilla, por tiempos... raro, lo que quieras, pero eran carreras y te quitabas el mono.

Corro tres de Octubre a Diciembre:








En Octubre me voy testando con las cuestas de Valdebebas y me llevo la sorpresa de que estoy mejor de lo que pensaba. Con fuerza y menos peso, toco "techo" en noviembre en asfalto. Hacía un año luz que no bajaba de 40' en diezmil (sin entrenar nada específico) y en recorrido que no facilitaba tal, quizás era un 38.xx en un Canillejas con buen día. Finalmente, ya en un diciembre pre-navideño peno por las cuestas de este otro Cross. Puedo decir que corrí entre guerras con el virus de por medio. Fue un lujazo.

Primer rodaje en Frankfurt en mi vuelta definitiva a la ciudad. Me quedo, que decía Piqué.

Después, llegó 2021, Filomena y mucho lío preparando la vuelta a Frankurt definitiva (a mediados de marzo ya estaba de vuelta) y ese primer tramo de año apenas corro. Eso me va a penalizar para luego coger rutina en Frankfurt entre ese mes de marzo y mayo, donde prácticamente empiezo a preparar Berlín de cero en los últimos meses.


En Junio ya empiezo en serio, otra vez planificado por Luis del Águila, y me encuentro con un muy caluroso Frankfurt en Junio. Después el periplo de entrenar durante dos meses de vacaciones y teletrabajo de Julio y Agosto entre España (Madrid, Andalucía) y Grecia (Corfú) para luego volver a Frankfurt a finales de agosto y hacer el final de preparación en mi nueva vieja ciudad del Meno, definitivamente, más algún escarceo fuera tipo Luxemburgo.

Los entrenos han sido básicamente lo que en Roma y Ginebra: 3 días por semanas a 5.20 (no he podido llegar a bajar a menos) con 8, 8 y 12... así llegué hasta máximo 20 kilómetros un par de domingos, nada más. En total unos 470 kilómetros de mayo a septiembre.

Los entrenos y sensaciones son buenas hasta que a principios de septiembre me empieza a doler la rodilla derecha y no me gusta nada, tengo que ir al osteópata, hacer reposo, saltarme algunos entrenos... y luego en aquel rodajillo de Luxemburgo casi un esguince de tobillo. Vamos, todo hacía indicar que llegar simplemente a Berlín ya era el mayor éxito.

Llegar, llegué, en el próximo post, cuento cómo fue.

lunes, 11 de mayo de 2020

Como decíamos ayer...

Casi un año sin pasar por aquí.
Mañana hace el mismo tiempo que corrí el Maratón de Ginebra que luego conté en este cuaderno de bitácora y aunque no lo creáis, no he estado precisamente parado y muchas cosas "han pasado" tanto en el mundo de correr como en el que trasciende las zancadas.

"Ya nadie lee blogs" y desde hace un tiempo soy más de dar la murga con mis batallas en Twitter o Instagram, medios más directos, pero aún así ya sabéis que me sigue gustando dejar constancia de mi paso por este sitio desde el que aporreo sobre correr desde 2008.

Quede este post como remiendo de estos casi 365 días sin pasar a rendir cuentas:

2019
Después del Maratón, mantuve la forma un par de meses y aproveché para cerrar con dos diezmiles que ya se han vuelto clásicos en el fin de temporada con mucho calor:

Carrera Rayismo (09/06/2019) Foto de José Miguel García (C)

Carrera Norte-Sur (16/06/2019)

Después, llegó el bombazo a final de junio: me seleccionaron para el BCE y tocó disfrutar de las últimas semanas entre México, Benicassim y Madrid, después preparar maletas para una nueva vida en Frankurt del Meno (am Main que le dicen aquí)
Hubo tiempo para empezar a acostumbrarse a eso de correr fuera, haciéndolo en Lisboa o México.
Por muy lejos que estés, si tienes unas zapas, no hay excusa para no salir a correr.

La cosa es que a final de agosto me despedí de la ciudad que me vio nacer. Uno de los últimos momentos, con celebración incluida, con mis amigos de los "earlies", los drinkingrunners que antes de irme tenían una buena sorpresa preparada: ¡inscripción al Maratón de Frankfurt 2019!

La foto que recoge el momentazo en el que me entregan la inscripción.

¡Recién llegados a Frankfurt! ¡Comando Bretzel!

Ya en Frankfurt, con la inscripción bajo el brazo me quedan apenas 9 semanas para el Maratón y he entrenado lo justo, si se le puede llamar a esto entrenar para un Maratón. Haced cuentas de cómo fueron esos dos meses: mudanza a otro país, reubicarte, empezar un trabajo en otro país y otra lengua, la familia, mil papeles y cien mil cosas más. No fue lo ideal para prepararlo. Así que salía cuando podía solo y metí dos Medios Maratones para empezar a conocer la ciudad a golpe de carreras y meter tiradas largas. El mejor recuerdo, ese mundo nuevo de correr en un sitio desconocido: bosques, ríos, asfaltos, lengua imposible, siendo un auténtico extraño entre ellos. No haría mucho más que eso:

Media Maratón Neu-Isenburg (15/09/2019) 1h42'43"

Media Maratón Offenbach (13/10/2019) 1h39'57"

Así que el Maratón se presentaba como un marrón de aquí te espero. Me soltaron un toro difícil de afrontar sin apenas preparación pero afortunadamente me dieron un escudero con el que te puedes ir hasta el fin del mundo. El crack José Luis Basalo hizo un encaje de bolillos con un curso que estaba atendiendo en Heidelberg y antes de irse a Madrid pasó unos días por Frankfurt y me acompañó en el Maratón. Fueron un ratos super buenos y echamos muy buenas conversaciones, momentos para el recuerdo. El tipo venía de completar la Spartatlón y aquello no dejó de ser un mini rodaje para él.

Maratón de Frankfurt (27/10/2019) 3h49'33"

Le dije a Basalo que no lo había preparado (como se dice en la tele, no trates de hacer algo así...) y que sobre 3h45' (5.15/K) sería un exitazo. Él me decía, "yo mientras que no subamos de 4h voy bien". Pasamos la media para estos 3h45' pero luego pasé un calvario importante. Los últimos 10K fueron un mal sueño y rozando lesión. Al final no hubo tanta sangría de tiempo pero la sensación fue negativa. Aquí los parciales.

Acabé quemado y tocado con ese Maratón. Al final me lo quité, sumé el décimo primero pero no lo disfruté. Si, los primeros 20 y pico kilómetros desde luego pero luego muy justo, más tarde en reserva y por último en auto-destrucción. No se corre para eso, yo al menos no lo veo, no lo comparto pero tocó así. Me metí en el lío yo solito. Como sería para que no escribiera aquí de ello, no tenía ganas. El primer Maratón que he corrido para el que no levanto crónica. Lo que tengo claro es que sin Basalo hubiera sido imposible y el tiempo que lo pasé bien, fue gracias a él sin lugar a dudas. Un crack.

Así que estuve "recuperándome mentalmente" y buscando ganas de correr durante todo Noviembre y Diciembre, parte de Enero.
Antes de fin de año me toca la lotería del Maratón de Berlín 2020 y recupero ganas que luego con eso de las navidades se evaporan un poco.

También hubo tiempo para correr en Madrid cuando vuelves en un early (octubre), no tan pronto (diciembre) o con mi amigo Ric. Es lo bueno de estar a apenas dos horas de avión, que te plantas en tu casa cada mes y pico sin problemas. Si no hay una pandemia, claro ;)

2020
El comienzo de año me trajo poder realizar tiradas con Javier, compañero/amigo de BdE también desplazado a Frankfurt con la familia. Una ayuda física y emocional para la integración y para las veces que salimos a correr.

Foto típica en la Plaza de Willy Bradt junto al símbolo del Euro, uno de los estandartes de la UE, lo que nos ha traído aquí.

Descubriendo nuevos parajes en el bosque de Tannen en Neu-Isenburg o por la ciudad, entre el centro y el río.
Sin embargo, con mucho trabajo, con el invierno alemán, anocheciendo a las 4.30 de la tarde, Berlín a muchos meses vista... cunde la desmotivación, no corro mucho y gano peso. Me veo forzado de nuevo, como corriendo por obligación. 
Al final, nos auto-engañamos para hacer el Medio Maratón de Frankfurt y seguir buscando las ganas y motivación por correr.

Medio Maratón de Frankfurt (08/03/2020)

Una Media que completo a 5´' y gracias pero que al menos me reconcilia con las carreras casi 5 meses después... lo que no sabíamos es lo que llegaría después, eso lo guardo para el siguiente post: "El Confinamiento Alemán".

Ahora, creo que ya estáis ubicados respecto a mi último año. Pasar, pasa rápido y parece que en movimiento apenas sucede nada pero en perspectiva, lo miras y dice Wow! Seguimos!

jueves, 16 de mayo de 2019

Crónica del Maratón de Ginebra 2019 #genevemarathon

[Este post viene de Preparación del Maratón de Ginebra 2019]

Viernes y sábado en Ginebra
Llegamos a Ginebra el viernes por la mañana, alojados en el Hotel de Genéve (254€/dos noches con desayuno justo pero más que suficiente. Hotel recomendable por ubicación, trato, tamaño de la habitación y detalles como dejarte duchar después de la carrera) de la Plaza de Mercier, apenas a 5' caminando de la estación de tren de Cornavin. Con todo a mano. Una de las grandes ventajas de esta ciudad, por un lado, puedes ir a casi cualquier sitio caminando, por otro, el transporte es gratuito y puedes coger todos los buses, tranvías o barcos que necesites por lo que no moverse con esas condiciones es un pecado.

Mención aparte es comer, cenar, consumir cualquier cosa en la ciudad. En determinadas circunstancias entre una vez y media y dos veces lo que pagarías en Madrid. Cuestión que ya sabíamos y que seguramente quede amortiguada por su política de vuelos baratos y transporte gratis pero es cierto que cuando te toca acometer "la dolorosa" duele un poquito :)
Ejemplos (mayo 2019)
- Vapiano (tipo Vip's): dos pizzas grandes y cerveza más coca-cola 46€.
- Chez Ma Couisine Lissignol (típico especializados en pollo, ¡sí pollo a la brasa!): dos medios pollos con patatas y ensalada, cerveza y agua 38€.
- Mövenpick (otro tipo Vip's): una pizza, un panini, un perrito caliente, agua y coca cola 43€.
- McDonalds. Menú BigMac 12€.
- Subway. Menú 9€.

Vistas relajantes del Lago Lemán y el Jet d'Eau.

Aprovechamos el bueno tiempo para patear un poco de la ciudad divisando el Lago Lemán y el "Chorro de Agua" en la zona de Pàquis, cruzar hacia el Parc de la Grange con barquito, de vuelta hacia la zona de jardín botánico y Naciones Unidas. Siempre con la vista puesta en el precioso Jet d'Eau.
Empezó a llover y nos retiramos a descansar. Lo malo es que empezamos a ver a César más apagado, ya venía tocado, y estuvo malito todo el fin de semana, aún así, portándose como un auténtico campeón.

El día siguiente acudimos a la Feria del Corredor situada en el Jardin Anglais para retirar el dorsal (en la bolsa solo te dan esto, una camiseta de calidad cuestionable y ya). Amaneció lloviendo y el paseo fue pasado por agua. Es una feria pequeña pero suficiente para hacer lo previsto, pasar por algún stand de maratones franceses o suizos, material y poco más. Para un "no gran Fan de Ferias de Corredor" como yo, me pareció estupenda ;)
Nos prometimos los mejores deseos para el día siguiente y a otra cosa.


Desafiando la gravedad en Marathon Village.

Nos movimos por el centro histórico hasta la hora de comer: Plaza de Bourg de Four, Catedral, Maison Tavel, Arsenal... un poco de callejeo, también aprovechando que el día se había despejado. Aunque llovería por la tarde, se quedaría perfecto para el día siguiente. Nos quedamos con ganas de ver muchas más cosas, tipo Museos y demás pero no hubo tiempo ni ganas con César malito. Descansamos con el peque y a velas armas para "el día D".

Primera vez con "la verde" de los DrinkingRunners. También primera vez con manga corta y malla corta en un maratón, "a lo Kipchoge" ;)

Previo
Despertador fijado a las 7.00AM para desayunar rápido (mandarina, zumo, café y dos tostadas con mermelada) y disponerme a marcharme a la salida. Coincido con un japonés, el resto negocios y turistas. Bebo mucha agua. Se antoja día caluroso en tramos, con viento y humedad de las lluvias de los otros días.
A las 8.00AM bajo caminando hacia el puente que cruza hacia Bel-Air y allí ya esperan un montón de corredores al tranvía hacia la salida fijada en Chêne Bourg, Plaza Favre. A las 8.25AM estoy ya en la salida. Ha debido ser de los maratones que con más antelación he estado ya en en lugar de los hechos.
Aprovecho para ver la salida de la Media Maratón (8.45AM), una vez empieza, el ambiente se queda muy tranquilo. En la Media meten 5.000 corredores pero en el Maratón "solo" 1.900 (similar al Castellón que corrí en 2014). Al principio me decía "queda una hora, he visto más ambiente en el Cross de Barajas que aquí, no veo a nadie". La cuestión es que mucha gente estaba esperando en los vestuarios para trascurrir el tiempo calentitos.

A las 9.15AM dejo la mochila en el camión y me quedo vestido ya "de corto" para hacer el calentamiento y estar dispuesto para empezar la faena. La temperatura es perfecta. En torno a 12º que subirán a unos 15º. Cuando empieza la carrera sale el Sol. Solo me preocupa el viento, del resto ya me encargo yo.

Preparado para la acción :)

Aunque tengo dorsal de 3h15' (ufano de mi cuando me apunté en octubre...) me meto en el cajón de 3h30' para ser más realista con mi situación actual. Me encuentro con dos españoles con los que luego compartiré tramos durante la carrera. Nos deseamos suerte y empezamos.

El Maratón
Aunque la calzada es estrechita, este no es un Maratón "grande" de Europa. Se corre bien y apenas recorridos unos metros ya es cuestión de ir encontrando el ritmo de cada cuál. Mi consigna era estar "entre 5 y 5.10, no menos" según palabras de Luis del Águila. Se trataba de clavar ritmos de entrenos. ¿Es posible eso en un Maratón? Veremos...

El Circuito de marras.

Confieso que no miré mucho el recorrido. Sé que es "campo" hasta el K34 apróximadamente y ahí conectas con la ciudad de Ginebra en el Lago Lemán donde ya circulas por el Lago y callejeas un poco hasta el final para llegar al Pont du Mont-Blanc, el de las banderitas del Cantón de Ginebra y Suiza.
En otras ocasiones conocería el mapa de memoria. Aquí no. Mis "preocupaciones" son otras. Cómo responda el soleo, el pie y la musculatura en general. Si mi cuerpo será capaz de hacer 42K cuando su tirada más larga solo ha sido de 22K y es evidente que me faltan kilómetros.
Si sé que es un circuito muy llano y, gracias al español que conozco en la salida, que hay un tramo que se repite después del "ventialgo" y que en la conexión con la ciudad de Ginebra hay una bajada importante. Hay un desnivel negativo de 50 metros en total. Yo les digo que el viento siendo campo abierto se va a notar. Y así es.

Perfil, con el "escalón" del K34.

Salgo a un ritmo cercano a 5.05, el paisaje habitual es un camino asfaltado estrecho (pueden ir unos 4-5 corredores en paralelo) razonablemente llano y con buen firme. A un lado encontrabas campos de flores altas, viñedos, algunas veces vacas o riachuelos. En otros momentos, al tratarse de campo abierto el viento se nota bastante y yo me intento refugiar en corredores para no castigarme en todo el extenso tramo que vamos a afrontar en la parte más bucólica del circuito.

Esto hace que salte de un grupo a otro buscando refugio y los siguientes kilómetros estén cercanos a 5.00. Paso el K10 en 44.52 (ritmo de 4.59) lo que me deja plenamente satisfecho. Voy bien, bastante acompañado y aunque hay veces que tenemos colinas pequeñas que subir, también se bajan y compensan el recorrido. Estamos en una zona denominada Choulex.


Primeros kilómetros concentrado y agrupado.

Tras esta parte, comenzamos una vuelta de casi 20K (que repetirá recorrido en los 5 finales pero que nos llevará casi hasta Ginebra) Es la parte más bonita del circuito. En función de la orientación del "caminito", ves montañas nevadas como el Jura o pasas por pueblecitos con casitas donde te suelen animar, de forma discreta pero animan. A excepción de algún cruce de caminos con más gente, público, lo que se dice público, poco había para que nos vamos a engañar pero somos maratonianos y podemos con eso y con más :)

El GPS hace de las suyas y es difícil saber realmente a qué ritmo vas hasta que "picas manualmente" el kilómetro que pasas. En muchas partes del circuito también se han volado los carteles del viento y los pico a los dos km. Mi sensación es que voy sobre 5.00-5.05, tampoco me preocupa mucho, quizás mis "avisos" son no bajar de 5 y no subir de 5.10. En el K20 paso en 50.19 (ritmo de 5.02) y aunque es peor que el anterior las sensaciones son buenas y me digo que me ha servido también para reservar un poco. Ritmo de media de 1.45.54 (proyección sobre 3.32 que en ese momento firmaba a ojos cerrados. En Roma pasé a 1.46.08.


Me propuse salir bien en todas las cámaras. ¡Qué coñe! Cuando vas así y te lo crees, ocurre :)

No hay grandes referencias en el circuito más que las que comento. Son las zonas de Jussy y Presinge. No estamos en un Maratón urbano. A esto he venido y me lo estoy pasando en grande. Es el primero que hago de este tipo y también fue uno de los motivos para elegirlo, su diferencia a los que había corrido y a los habituales comerciales. También que me quedara sin correrlo hace 4 años tras la caída de moto y rotura de menisco. Hay momentos de "flow" en los que te quedas mirando una montaña o un campo. O a un corredor. O simplemente "a tus pensamientos". Un Maratón da para muchas vueltas al coco. Mis "corredores habituales" son un español y su chica británica, los dos españoles que me encuentro de la salida, un portugués y otras féminas. Intercambiamos impresiones irregulares, otras simplemente miradas o gestos. Da igual, somo la cofradía del largo aliento. Mismo objetivo: llegar a Ginebra. Mi sensación fue de estar en un Maratón donde principalmente había suizos, obviamente, franceses y luego británicos, ¡muchísimos! En menor medida, belgas, holandeses, italianos, españoles y japoneses.

Los avituallamientos son muy cuantiosos en número, evidentemente las mesas no son tan largas como para un Maratón de +10.000 pero si estás avispado debes coger en uno si y otro también. Salvo en los dos primeros que cojo solo agua, en el resto tomo Enervit y agua. Nunca fruta ni geles. No he introducido esto en ninguna carrera salvo en la petada que tuve en Rotterdam hace mil años donde me "comía todo". Lo único que me sigue escamando de los avituallamientos es como la gente se cruza de lado a lado de la calle para coger un vaso de agua o se para en saco delante tuya. No están fijados en kilómetros exactos (tipo 10, 15, 20...) por lo que simplemente hay que tenerlo en cuenta y suelen estar avisados 200 metros antes.

La obsesión de medir el tiempo...

Me ahorro el rollo. La carrera se pone seria. Pasado el K20, me pasan los españoles y me dicen que vaya con ellos. Yo sigo mi carrera y estoy encantado de la que estoy haciendo. Así debe ser, no seguir a otros, como en la vida en general, seguir tu camino. Aquel que piensas que a tu ritmo te llevará a la meta. Unas veces solo, otras acompañado. Les dejo marchar, me giro la gorra (signo para los que me conocen de que "empieza la fiesta y hay que ponerse el mono") e ingiero el primer gel en K23. Nunca lo tomo tan pronto. Suelo esperar al K30 pero creo que esta vez necesito darle una pequeña recompensa a cuerpo y mente. El viento está pegando bien y de vez en cuando noto que el pie derecho aquel que me preocupaba no aterriza como me gustaría. Intento no pensar en ello y me focalizo en el esfuerzo realizado para llegar aquí, en la gente que quiero y que me quiere (mis soles que esperan en meta, uno de ellos malito haciendo de tripas corazón), también en los que no pueden correr ahora como les gustaría como Pablo o Bernal. También en que lo que se me suelo atragantar psicológicamente es la "travesía del desierto" desde la Media Maratón hasta el K30-32... pienso en varios cosas: tomaré un gel cada 6K (quedarán en el 29 y el 35) y entraré en la ciudad en el 34 y veré a los míos en el 39 y 42. "Lo que tardas en hacer una vuelta al Retiro...". Trampas al solitario...

Parece que iba sobrado...

El tramo del K25 al 30 apróx. es precisamente aquel que decían se repetía. Se hace un poco monótono, necesito salir ya del campo. Paso el K30 en 49.51 (ritmo de 4.59), lo veo ahora, no calculo cada 10 kilómetros. Me fijo más en que los 30 suman 2 horas 30 minutos 13 segundos. Ahí si que soy capaz de calcular que voy a 5.00. Buenas noticias. Lo positivo de correr a 5 es que es fácil calcular sin mucho esfuerzo mental si vas en horquilla o no.

Parece que el aterrizaje del pie "de aquella manera" aparece y desaparece. Solo deseo q no haga sobrecargarse el soleo. Lo bueno es que no noto cuádriceps o gemelos especialmente cargados como si lo noté en Roma desde apenas el K15.
Se pone a llover, no nos falta de nada. Espero que sea una nube. Duro un poco (10') y se va. Estamos cerca del tramo que conecta con la ciudad. Ya llevo dos geles. El ritmo no desfallece. Ya no corro tan grácil pero creo que me he plantado "con opciones" al baile final de los últimos 12K con Filípides, los de la verdad.

Para mi sorpresa, empezamos una bajada tremenda. Es una noticia inmensa porque me motiva no tanto ya a ir más rápido sino a saber que podré mantener un buen rirmo unos kilómetros con menor coste energético. Habrá que tener ojo a los apoyos en bajada pero merece la pena creerse que es una gran "buena nueva". Mantengo en torno a 5.00 hasta el K34. Pasamos por debajo de un tunel con un DJ. Me vengo arriba :)

El día se ha abierto completamente, la carretera, ya más ancha, nos lleva inexeroblemente al Lago Lemán.

Tengo mi fotaca con buena cara, Lago y barquitos, ¡yuhuuuu!

Me digo que todo puede ocurrir en un Maratón pero que me quedan ya apenas 40' de carrera. ¡Vamos! La vista a derechas del Lemán es impresionante. De quitar el hipo. Barquitos. Tranquilidad de las aguas. Montañas al fondo de nuevo, otras. Yo sigo a piñón y ya me creo que es mi mejor Maratón de los últimos años. También en Roma le pegué los últimos kilómetros hasta el K40, imagino que hoy será igual. Así que le doy.
Antes de callejear un poco Ginebra, encuentro a mis españoles. Han pinchado un poco pero su sangría no llegará la río. Les paso fuerte y me ven animar al público. Voy desatado. Es un público curioso: te miran expectante, incluso cuando ven que eres español te sueltan un "viva España", "vamos" o lo que sea pero si no les dices nada, no dicen nada. Así que cada vez que me topo con un grupo les suelto un "Allez!!!"


Iba como un tiro en la ciudad, no se me quitaba la sonrisa en la boca de disfrutar tanto corriendo.

Últimos kilómetros 4.41 (K39) / 4.37 (K40) / 4.43 (K41) y y 5.53 de los 1.195 metros finales. Nunca he terminado tan fuerte (¡qué importante la fuerza!) en un Maratón desde mi debut en Donosti 2011. ¡Qué diablos! Es posible que nunca haya terminado así un Maratón. Ahora los ritmos son otros peeeero terminar -20'' por kilómetro por debajo de ritmo crucero sin bajón es inaudito tanto cuando iba a 4' como ahora a 5'/K.

Pero antes, el momentazo del Maratón: un poco antes del K39 está mi "Comando Cencerro" (compramos un cencerro por Amazon para animar "a lo suizo") y le choco la mano a mi César guapetón y Pilo me suelta un "que se te escapa el globo de las 3.30..."
Ya solo sueño con la llegada tras hacer un bucle de apenas 2 kilómetros y pico (K40 en 49.25 ritmo de 4.56). Ya veo a mi chico en la esquinita. De lejos les miro y le pregunto a Pili si sale César conmigo a correr los últimos metros como habíamos comentado si se encontraba bien y le apetecía y... dice que si y le recojo en la valla.

Esta es la cara que pones cuando corres más fuerte que nunca y te encuentras con tu familia tras más de 3 horas corriendo...

Son apenas 100 metros de gloria. Soñados. Hace 4 años no pude correr aquí por un accidente de moto que cambió para siempre mi mundo de correr. No me di por vencido. Hace unos meses no pude correr Valencia por otra dichosa lesión... pero aquí estamos mi chico y yo para disfrutar del último tramo juntos, con un recuerdo para siempre. Le llevo en brazos porque está malito y justito de fuerzas. Gritando los dos "Allez!" desaforados. Costando portarle lo que los últimos 42K corriendo. Y a falta de unos metros, le suelto al suelo y corre conmigo.

Llevando en brazos a mi chico.

Entrando con él corriendo, bendito Maratón "family friendly" (Esto es difícil de hacer en uno grande)

Completamos juntos el décimo Maratón de Papi, el primero suyo conmigo. Tercero presente tras Castellón, Roma y hoy Ginebra. ¡Qué grande es el correr! ¡Qué grande el Maratón!
Forma parte de una estirpe de bichos raros a los que le gusta el largo aliento pero bendita afición.

3h30'17'' (a 4.59/K) 398º clasificado de 1.880 llegados.
Mi Vídeo personalizado de la carrera.

La medalla de Finisher junto al futuro maratoniano.

Salió cara. Todo lo que podía salir bien, así salió. Y lo contrario, no apareció.

Qué importante es el coco, la perseveracia, constancia y la fe. Creer que se puede. Tenía muchas cosas en contra pero el pensamiento positivo arrolló a todo lo demás. Y la fuerza que trabajé con Luis y que espero que me ayude a seguir mejorando.

Recomiendo el Maratón de Ginebra para un/a maratoniano/a que ya lleve unos cuantos dado que es muy buen recorrido, rápido y llano, bonito con el contraste campo-lago-ciudad, bien organizado (Es un Bronze Label de la IAAF como Barcelona, por ejemplo) pero también chiquitito y de tener coco en los momentos de menos gente, que también los hay. Tanto de animación como de corredores.

Décimo Maratón que me deja absolutamente feliz por haber podido completar esta mágica cifra 8 años después de empezar en esto. Primero pensé que sería muy fácil alcanzarlo, después imposible. Tiempo después, ocurrió. Y ahora solo pienso en aquel post que escribí un día que decía que quería correr ¡50 maratones! Ya sé que no llegaré, ya no importa peeeero mantengo el espíritu, las ganas y la ilusión de seguir haciendo esta bendita locura, acompañado de los míos en un territorio desconocido. Sean 20, 25, 30 o ya me quede en 10. Como ya corro el que disputo como si fuera el último, creo que me lo paso aún mejor. Ha sido una delicia completar este último.

¡10 veces maratoniano!

¡Seguimos!